Un significativo incremento de 4,5% en el producto interno bruto (PIB) a precios constantes registró la economía venezolana durante el primer trimestre de este año con respecto a igual período de 2010, que se soporta en una recuperación de la mayoría de las actividades económicas.
El presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Nelson Merentes, presentó los resultados del primer trimestre del año este martes, en rueda de prensa ofrecida con el ministro del Poder Popular de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani; el titular de Estado para la Banca Pública, Marcos Torres; y el presidente del Instituto Nacional de Estadística (INE), Elías Eljuri.
Merentes destacó que este crecimiento se deriva de un ascenso en el ala pública, de 3,3%, y de la parte privada, que casi alcanza 5%.
“Este resultado favorable reafirma la reactivación del aparato productivo nacional que se inició en el cuarto trimestre de 2010, en un entorno internacional complejo caracterizado por un recrudecimiento de la crisis global”, señala el informe presentado por el BCV.
En 2010, Venezuela registró en el segundo y tercer trimestre una desaceleración de la caída del PIB, para finalmente crecer 0,6% en el último trimestre. En todo el año, hubo una contracción económica de 1,4%.
El impulso económico de este 2011 obedece a una mayor demanda agregada interna, tanto en gastos de consumo como de inversión, favorecido por un mayor flujo de divisas a los agentes económicos, orientadas hacia la producción y el consumo.
El sector privado ostenta un nuevo impulso, al crecer su valor agregado bruto en 4,6%, resultado favorable que se observa en la mayoría de las ramas que lo conforman. Por su parte, el sector público creció 3,3%, basado en la mayor prestación de servicios del Gobierno General y de las actividades comunicaciones y servicios financieros.
Crecimiento del sector no petrolero
El valor agregado de la actividad no petrolera aumentó 5,2% en el primer trimestre, respecto a igual período del año anterior, mientras que la actividad petrolera disminuyó 1,8%.
En el comportamiento positivo de las actividades no petroleras destacan los crecimientos del valor agregado del comercio (10,4%), los servicios de transporte y almacenamiento (7,8%), las comunicaciones (8%), manufactura (7,6%), los servicios producidos por el Gobierno General (7,6%), instituciones financieras (5,6%) y electricidad y agua (3,1%). No obstante, en la actividad construcción el valor agregado disminuyó 7,7%.
Con respecto a la industria manufacturera, su crecimiento de 7,6% está asociado al significativo ascenso de 8,6% reportado en la producción de la manufactura privada. Este resultado viene determinado particularmente por la industria de alimentos y bebidas, que creció 5,6% en respuesta al aumento sostenido de la demanda.
De igual forma, se reportaron comportamientos positivos en maquinarias y aparatos eléctricos (27,9%), industrias del papel (18,6%), edición e impresión (14,1%), fabricación de sustancias y productos químicos (13,6%), muebles (12,9%), prendas de vestir (12,9%), metales comunes (11,9%), minerales no metálicos (9,6%) y caucho y plástico (7,8%).
Por el contrario, hubo contracción en la fabricación de maquinaria y equipos (-10,9%), productos de madera (-8,7%), vehículos (-3,1%) y textiles (-1,2%).
La industria alimenticia tuvo una mayor producción en los renglones panadería (9,7%), trillado y molienda de trigo (10,8%), aceites y grasas de origen vegetal y animal (29,6%) y otros productos alimenticios (19,5%).
Del mismo modo, es destacable la recuperación de las empresas manufactureras del sector público (8,2%), en relación con igual período del año anterior, sustentado en el aumento en la fabricación de metales comunes (24%), impulsado por la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) (106,3%) e Interalúmina (11,7%), cuyos productos son destinados, prioritariamente, a atender la demanda de construcción de proyectos del sector público.
La construcción demandada por el sector público registró un aumento de 5,2%, asociado a una mayor ejecución de las obras que requieren las empresas petroleras y no petroleras, de 6,4% y 22,1%, respectivamente.
En cambio, la construcción demandada por el sector privado disminuyó 17,8%, afectada por una reducción en la ejecución de obras debido, entre otros factores, a la menor disponibilidad de insumos básicos, refleja el informe del ente emisor.
Asimismo, el sector comunicaciones mantiene la tendencia expansiva observada durante 29 trimestres consecutivos, fundamentada por la persistente adecuación tecnológica que busca atender la mayor demanda de servicios de Internet, telefonía celular y fija, transmisión de datos y televisión por
cable. Esto generó un incremento del valor agregado de 10,1% y 6,6% en los componentes público y privado, respectivamente.
Por otro lado, los servicios del Gobierno General crecieron 7,6% impulsados por una mayor prestación de servicios de administración pública y defensa (10,7%), salud (7,7%) y enseñanza (4,6%), en el marco de la promoción de la inversión social para la población de menores recursos.
En este resultado incidió el incremento de la matrícula en la educación superior, la mayor dotación de los planteles educativos, la entrega de insumos y materiales a la red hospitalaria y la estrategia oficial dirigida a enfrentar la problemática asociada a las fuertes precipitaciones que ocurrieron durante el período. Todos estos eventos y acciones propiciaron una mayor ocupación en el sector.
Por su parte, la oferta agregada aumentó 9,1%, por el efecto combinado del incremento de 22,6% en las importaciones y el crecimiento del PIB.
La demanda agregada interna aumentó 9,6% y la externa 5,1%. El resultado de la demanda agregada interna se asocia con los crecimientos en el gasto de consumo final del Gobierno General (10,4%), en el gasto de consumo final privado (3,7%) y en la inversión bruta fija (4,9%).
Fuente: AVN
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