(Curimagua, Falcón, 25 de abril de 1754 - Caracas, 10 de diciembre de 1796) fue un zambo revolucionario venezolano.
Líder de la insurrección de negros y zambos desarrollada en la serranía de Coro en 1795. Hijo de un esclavo al servicio de la familia Chirino, nació libre debido a que su madre era una india. Se casó con una mulata de nombre María de los Dolores con quien tuvo 3 hijos: María Bibiana, José Hilario y Rafael María. Tiempo después sirvió a José Tellería, rico comerciante y síndico procurador de Coro, a quien acompañó en uno de sus viajes al Santo Domingo francés (posteriormente llamado Haití). Allí escuchó hablar a Tellería y otros comerciantes acerca de la Revolución Francesa y los ideales de ésta (libertad, igualdad y fraternidad). Asimismo, estableció contacto con el proceso que se vivía en Haití donde los negros esclavos se habían levantado contra los blancos y estaban luchando con éxito para obtener su libertad. De regreso a Venezuela se incorporó a un grupo de conjurados que se reunían en el trapiche de la hacienda Macanillas (Curimagua, Edo. Falcón), entre los que se encontraba José Caridad González, un negro congolés muy informado de las ideas de la Revolución Francesa.
El día 10 de mayo de 1795 estalló la insurrección, que establecía en su programa revolucionario el establecimiento de lo que llamaban la Ley de los Franceses, es decir la República; eliminación de la esclavitud e igualdad de las clases sociales; supresión de los privilegios; derogación de los impuestos de alcabala. La mayoría de los seguidores de Chirino eran negros de la tribu de los "loangos" o "minas", del Reino del Congo. En términos generales, el objetivos de los insurrectos era tomar todas las haciendas de la zona, reclutar hombres, asegurar el paso hacia Coro y después hacer entrada a esa ciudad. Luego de perpetrar el asesinato de algunos blancos y saquear sus propiedades, se entregaron a la celebración demorando la toma de Coro, con lo cual dieron tiempo a las autoridades de organizar la defensa. Los rebeldes fueron repelidos y muchos de ellos asesinados o apresados. En cuanto a Chirino, perseguido por las autoridades, pudo escapar y refugiarse en la selva hasta que traicionado por un conocido en Baragua, fue capturado por las autoridades en agosto de 1795. Trasladado a Caracas, la Real Audiencia lo condenó a la horca, el 10 de diciembre de 1796, sentencia que se ejecutó en la plaza Mayor de esa ciudad (hoy plaza Bolívar). Como escarmiento y para desalentar futuras rebeliones, la cabeza de Chirino fue puesta en una jaula de hierro que se colocó en el camino hacia los Valles de Aragua y Coro. Además, sus 2 manos cortadas se fijaron en Caujarao y Curimagua. Sus familiares no corrieron con mejor suerte, ya que, fueron vendidos como esclavos lejos del sitio donde vivían: María de los Dolores y Rafael María, en Caracas, y María Bibiana y José Hilario, en Puerto Cabello, su esposa murió antes de ser trasladada a algún sitio.
El movimiento encabezado por José Leornardo Chirino y José Caridad González, fue una insurrección que impactó política, social y económicamente a la sociedad colonial venezolana. Con el objeto de cumplirse en 1995, 200 años de la rebelión acaudillada por Chirino, el Ejecutivo Nacional, el Congreso de la República y diversas instituciones culturales del país, acordaron homenajear al luchador social. Entre los actos conmemorativos, se develó una placa en el Panteón Nacional, el 10 de mayo de 1995, con lo cual quedó reconocida oficialmente su presencia al lado de los otros próceres venezolanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario