En antaño, Malí era conocido por su pintura tradicional llamada “Bogolan” que siempre ha asombrado al extranjero en su visita a Malí.
Desde la creación del Instituto Nacional de las Artes en 1933, la pintura maliense ha conocido otras materias y materiales para mostrarle al mundo el saber pictórico de Malí. Esta escuela es un legado que continúa impartiendo conocimientos básicos de Dibujo, Pintura y Escultura al estudiante egresado de dicha institución.
Desde hace más de 30 años, tal vez más, la pintura maliense se conoce en el mundo entero gracias a los conocimientos adquiridos por nuestros grandes artistas plásticos, entre los cuales podemos citar los nombres de Abdoulaye Konaté, Ismaël Diabaté, Habib Ballo, Oumar Kamara ka, Groupe Kasobané, Modibo Diallo, Bourama Kanté y también nuestros jóvenes artistas plásticos Souleymane Ouologeme, Thiampo Tandina, Abdoulaye Diakité, Modibo Sissoko, etc.
La pintura maliense se basa en un arte basado en diferentes estilos que son: el realismo, el expresionismo y el impresionismo o también el “Tién-Tién Bari” que se hace con arena coloreada. Sin embargo, hoy la juventud está mucho más influenciada por lo contemporáneo, es decir: lo abstracto, los montajes o todos los estilos combinados; en pocas palabras, la pintura de nuestros días.
Yo diría que las artes no está en la política de los dirigentes malienses, salvo para vanagloriarse con ella en el exterior, más que valorizarla a lo interno. La pintura maliense tiene mucha creatividad y mucho del saber y hacer, pero pide ser conocida por su población y su gobierno con el fin de educarlos para que las artes sean también un factor de desarrollo para el país.
La pintura maliense enfrenta muchos problemas: problemas en la venta de las obras y el problema de la visibilidad a través de exposiciones tanto a nivel nacional como a nivel internacional; sería bueno que el Estado les brinde posibilidades a los artistas pintores para poder multiplicar las exposiciones y los talleres de pintura a nivel nacional. La pintura maliense merece ser apoyada por los ciudadanos y el gobierno.
Es por eso que uno de nuestros profesores a veces nos dice: “Las artes no alimentan su hombre”. Yo diría que si pudiéramos ponernos de acuerdo sobre las consideraciones y el respeto a nuestros oficios, estoy seguro que nuestros oficios pudieran alimentarnos.
Texto y Obras de Abdoulaye DIAKITÉ*
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*Joven estudiante del Conservatorio de Artes y Oficios Multimedia "Balla Fasseké Kouyaté"
Bamako - Malí
Bamako - Malí
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