15 de diciembre de 2011

Invitó el Presidente Chávez: Nunca olvidemos el desafío que tenemos al frente con nuestra Constitución

   
   "Una de las grandes noticias del día, se cumplen 12 años de la aprobación de la Constitución Bolivariana de Venezuela, que hoy debe seguir orientando el rumbo de la Revolución", recordó el presidente de la República, Hugo Chávez, durante la celebración de una reunión con el equipo promotor del Gran Polo Patriótico, en el Hotel Alba Caracas. 

   "Quiero invitar al pueblo venezolano a que nunca olvidemos el desafío que tenemos al frente con nuestra Constitución", afirmó. 

   Dijo que aunque la Constitución no contiene la palabra socialismo, es abiertamente humanista y -además- en ella ve un espíritu anticapitalista. "Aquí están las bases y el marco del proyecto socialista", acotó el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez. 

   Por otra parte, rindió tributo a los miles de venezolanos y venezolanas que fueron víctimas de la tragedia ocurrida en el estado Vargas, en el año 1999. "Yo recuerdo que no pudimos celebrar, como era debido, la gran victoria de la Constitución: La primera en nuestra historia aprobada en referéndum nacional con más del 70 por ciento".


    Un poco de historia

   El fin del siglo XX representó para Venezuela el inicio de un proceso de participación protagónica, el cual dio su primer paso el 15 de diciembre de 1999, con la aprobación por parte del pueblo, por primera vez, de una nueva Constitución.

   Este jueves los venezolanos celebran 12 años de uno de los hechos más trascendentales de su historia contemporánea, el nacimiento de una nueva Carta Magna, la cual se gestó con dos procesos refrendarios, uno para averiguar si el pueblo estaba dispuesto al establecimiento de una Asamblea Constituyente y otro para elegir a sus integrantes. 

   De esta forma el país se dispuso a comenzar el proceso de redacción de una nueva normativa jurídica que sustituyera a la Constitución de 1961. Según reseña de la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).

   A través de la elección popular se escogieron a los 103 miembros de la Asamblea Nacional Constituyente, que inició sus discusiones el 3 de agosto de 1999 y finalizó el 30 de enero de 2000, cuando se presentó al país el texto definitivo y previamente aprobado.

   Con el apoyo de 71,78% de los electores, el 15 de diciembre de 1999 se avaló el sentido democrático de la norma, el cual se ve reflejado en sus innovaciones. 

Fuente: RNV Noticias

9 de diciembre de 2011

La Batalla de Ayacucho sella la libertad en América del Sur




   Un día como hoy, en 1824, en la Pampa de Quinua, Perú, se selló la independencia de la América del Sur, cuando el Ejército Patriota, bajo el mando del general Antonio José de Sucre, vence al poderoso Ejército español, dirigido por el último Virrey de esa colonia, José de la Serna e Hinojosa.

   En las primeras horas de la mañana, 6.000 hombres del lado patriota y 9.200 hombres de la parte realista, chocaron en una de las más grandes batallas de América del Sur, donde se jugaba la libertad de los países del continente o la continuidad del colonialismo español en esta región.

   La lucha se prolongó hasta las dos de la tarde, aproximadamente, cuando el Virrey del Perú, José de la Serna, viendo la inminente derrota de las tropas españolas decide rendirse ante el general Antonio José de Sucre y de inmediato se firma la capitulación en el propio campo de batalla.  

   En la Pampa de Quinua, quedaban más de 2.500 hombres muertos y heridos de los dos Ejércitos, quienes mostraron la valentía al defender sus ideales que guiaban su conducta: Unos, por la independencia de su patria y, otros, por defender el predominio del Imperio español en suelo americano.

   Una de las características de este encuentro bélico es la aplicación del derecho humanitario de guerra en nuestro continente, debido al comportamiento y a las instrucciones dadas por el general Antonio José de Sucre a las  tropas patriotas, de proteger y facilitar, al componente de la tropa realista, todas las condiciones para garantizar sus vidas y sus bienes.

   Con la firma de la capitulación, se puso fin a siglos de dominación española en Suramérica y consagró la gloria para este militar venezolano, que días más tarde le sería conferido el título de “Gran Mariscal de Ayacucho”, por su brillante conducción del Ejército Patriota en la Pampa de Quinua y, de esta manera, se inició una nueva etapa histórica de los países independientes de la América del Sur. 

Fuente: MPPRE

8 de diciembre de 2011

¿Por qué Calle 13 tiene razón?


"Tú no puedes comprar al viento.
Tú no puedes comprar al sol.
Tú no puedes comprar la lluvia.
Tú no puedes comprar el calor.
Tú no puedes comprar las nubes.
Tú no puedes comprar los colores.
Tú no puedes comprar mi alegría.
Tú no puedes comprar mis dolores.

(...)

Tú no puedes comprar al sol.
Tú no puedes comprar la lluvia.
(Vamos dibujando el camino,
vamos caminando)
No puedes comprar mi vida.
¡MI TIERRA NO SE VENDE!

(...)

Aquí estamos de pie
¡Que viva Latinoamérica!"


Por eso Calle 13 tiene razón...

5 de diciembre de 2011

La historia de América se vuelve a escribir en Caracas


Nace en la Caracas bolivariana la CELAC, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe. La organización de la América del Sur, desde México a la Tierra de Fuego, del Caribe a las Malvinas, que se hace mayor de edad, que aprende de otros modelos pero renuncia a seguir imitándolos, que regresa a Cuba a los organismos latinoamericanos después de que Estados Unidos  decidiera expulsar de la OEA a la revolución cubana, que recupera para la región la soberanía que no tuviera en su día para oponerse a los dictados del norte. Adiós al “ministerio de colonias”, como llamó el Che a la Organización de Estados Americanos. Bienvenida, con todos sus retos, la unidad latinoamericana.

Se han reunido 33 países, casi 600 millones de personas con prácticamente la misma lengua (el “portuñol” tiene la generosa voluntad de incorporar a Brasil a la aventura), con las mayores reservas de petróleo, gas, agua, biodiversidad y cultura ancestral del planeta. También, por eso, el más amenazado.  33 países con gobiernos de diferentes ideologías, pero que han entendido que en el modelo neoliberal, invariablemente, el pez grande se come al chico. América Latina, incluido México, Chile y Colombia, han empezado a mirar hacia el Sur. Cuánto esfuerzo popular les ha costado, desempleo, trabajo precario, violencia, narcotráfico, armas, deuda. Es desesperante ver que las condiciones objetivas siempre tengan que cobrarse ese alto precio en infelicidad de los pueblos. Un continente unido tiene más probabilidades de aprender de las experiencias compartidas.

Estados Unidos desprecia el nacimiento de la CELAC. La CNN lo apoya y la derecha europea se pone, como siempre, de lado, preguntándose en voz alta si un continente al que siguen viendo como menor de edad  puede resolver los problemas financieros, comerciales, de drogas y armas sin los Estados Unidos. Claro que puede. De hecho, sólo pueden resolverse sin los Estados Unidos, el principal productor de armas, el principal consumidor de drogas, el impulsor de tratados de libre comercio o de golpes de estado para conseguirlos, el que pide apertura de fronteras a sus productos pero cierra las propias. América Latina ha recuperado su voz. Y ha decidido no hablar en inglés.

Pienso, en este día lluvioso, como debieron sentirse los opositores a Fernando VII en el Congreso Anfictiónico de Panamá en 1826. Han pasado casi doscientos años. La paciencia de este continente, como escribió García Márquez, se mide por centurias.  Alegrándome enormemente de que el continente se una y libere de las tutelas de quienes no le han dejado volar. Apenado porque la España oficial haya sido incapaz de entender lo que está pasando en la América del Sur y no sepa acompañar este proceso. Europa se construyó contra el fascismo. América, contra el colonialismo ayer, contra el imperialismo económico y militar y la debacle neoliberal hoy. Su éxito al erguirse hace que ya sea imposible en América Latina ser demócrata y no ser antiimperialista, ser demócrata y no ser, en algún grado, anticapitalista. El Chile de Piñera, el México de Calderón, la Colombia de Santos también han estado en el nacimiento de esta nueva organización. Pese a representar las antípodas del modelo socialista que intentan Venezuela, Ecuador o Bolivia.

Chávez ha cumplido con la Constitución bolivariana, que obliga a caminar en pos de la integración. Lo ha hecho con tiempo, con perseverancia y con coraje. Ha alimentado durante más de una década la necesidad de la unidad para frenar al enemigo de la integración: el colonialismo económico. ¿Se entiende ahora la insistencia de Chávez en mostrar a los Estados Unidos como el “demonio”, azufre incluido, que conspiraba contra la democracia latinoamericana? Sin un enemigo, no hay integración, pues la fuerza de la tribu y las insidias fragmentadoras de los poderosos impiden pensar más allá. Sólo cuando los pueblos y sus gobernantes han entendido que hay un enemigo superior a los que les inventaron durante dos siglos, han podido dar este paso hacia la unión. Lula lo entendió desde el principio. Por eso estuvo en La Habana al día siguiente de la lamentable muerte por huelga de hambre de Orlando Zapata. Para decirle a los Estados Unidos y a la Europa con la tentación de la inocencia que América Latina solventaba por sí sola sus problemas.

El nacimiento de la CELAC no  viene de la nada. Estaba en Bolívar (“Por el camino de los libertadores” es el nombre de la Cumbre) y en Martí y Artigas. Es parte constante de esa referencia para la historia que es Fidel Castro. Es el grupo de Contadora -que nació para solventar entre latinoamericanos el problema creado por Estados Unidos al sembrar decenas de miles de mercenarios, la Contra, en Nicaragua-; es el grupo de Río y la derrota del ALCA en Mar de Plata gracias a los oficios de Néstor Kirchner; es ALAC, ALADI, UNASUR y la ALBA; es TeleSur, Petrocaribe, el banco del Sur, el SUCRE… Y también las luchas emancipadoras de doscientos años, las guerrillas de liberación, Zapata y el Che, Sandino y Pétion, y también Eduardo Galeano y Jorge Amado, Mercedes Sosa, Chico César y Quilapayún, Pino Solanas y Gutiérrez Alea, Silvio, Pablo y Alí Primera. Muchos intentos, muchas zancadillas y un objetivo que ahora, por fin, es alcanzable.

Caracas ha visto recuperar parte de la mística de la revolución que a veces parece perdida. Caraqueñas y caraqueños ayudando a limpiar, pintar, ordenar, conscientes de que su ciudad está volviendo a escribir la historia y dispuestos a regalar su tiempo y su esfuerzo para poner su granito de arena en este momento. Si en la Unión Europea el grupo “duro” coincide con los más ricos y neoliberales -Francia y Alemania-, en la CELAC el núcleo impulsor le corresponde a los que apuestan por la generosidad, la complementariedad, la ayuda mutua: los países de la ALBA. Unos, en Europa, queriendo excluir. Otros, en Suramérica, ayudando a que quepan los más débiles.

Queda, sin embargo, mucho por hacer. Los mecanismos de toma de decisión se están afinando; las grandes líneas están consensuadas; el interés común, definido. Apostar por la ampliación -como bien sabe Europa- se hace en detrimento de la profundización. Pero sin la participación de todos los países, la integración estaría herida de muerte. Cuando uno se juega su futuro se llena también de coraje.

Europa tenía mucha democracia y la está perdiendo. América Latina tenía poca y la está ganando. Por eso, Europa tiene miedo y América esperanza. ¿Despertará la izquierda europea? Cuanto antes lo haga, antes caminará junto a los pueblos suramericanos hacia esa emancipación social, política, cultural y medioambiental que es una, compartida por todos los pueblos, tan urgente.

Mientras la Europa que derrotó a las potencias del eje con la fuerza del antifascismo se abandona en su indolencia, la América que lucha contra el modelo neoliberal y confía en sus pueblo empieza a andar. Un continente sin armas nucleares, sin reyes, sin muros internos, sin invasiones ni bombardeos a otros países. Dijo Neruda que Bolívar resucita cada cien años. La última vez, recordó el poeta chileno, lo hizo en la España republicana que luchaba contra la barbarie de Franco. Ahora, Bolívar ha vuelto a su casa.

Por: Juan Carlos Monedero


2 de diciembre de 2011

Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) - Venezuela 2011


Fuente: Ciudad Caracas

Editorial VIII



Los venezolanos debemos felicitarnos, asistimos en estos días como testigos del más acertado esfuerzo integracionista que viene liderando nuestro Presidente Hugo Chávez Frías.

Caracas, este 2 y 3 de diciembre de 2011, congrega a 33 países cuyos presidentes conversarán sobre los propósitos de profundizar los nexos históricos y sin tutelajes, así como comprometerse para facilitar más acercamiento, más coincidencias… Hoy surge la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

Caracas una vez más es anfitriona, en esta oportunidad para seguir adelantando ideas libertadoras, independentistas, soberanas.

La titánica tarea del Presidente Hugo Chávez viene avanzando, se cristalizan los sueños de forjar la Patria Grande, de pensar con luz propia, con autonomía, y así erigirnos con los países latinoamericanos y caribeños en una región solidaria, culta, definidos bajo consignas de políticas sociales y económicas inclusivas.

Nos sentimos protagonistas, en estos nuevos tiempos, para seguir tejiendo lazos y redes que definan políticas dignificadoras del glorioso pueblo venezolano, latinoamericano y caribeño.

¡Viva la Patria Grande!